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17 de noviembre de 2010

Mujeres Públicas: arte y parte


Son apenas tres mujeres, pero con la fuerza suficiente para crear toda una batería de recursos que le otorgan al discurso feminista una comunicación provocadora y audaz.  Con intervenciones callejeras, irrumpen en mensajes sobre la belleza o rompen el silencio sobre el aborto.
En la mesa hay bolsas con coloridos sobrecitos de té digestivo. La marca de la infusión lo dice todo: “Te Taz” . Y sirve para digerir -o no- la violencia contra las lesbianas. Se trata del aporte que preparó el colectivo Mujeres Públicas para la edición número 14 de la Marcha del Orgullo Gay, lésbico, travesti, transexual, bisexual, intersexual y una muestra más de su trabajo de intervención en el imaginario feminista.
Creado en febrero de 2003, este grupo de mujeres que usa la calle como escenario, realiza objetos, afiches, stencils y un abánico interminable de posibilidades que combinan arte con feminismo para comunicar lo que tienen para decir. Que es bastante.  “Mujeres Públicas surge por la secundarización del tema de género dentro de la lucha en general. Siempre lo más importante es otra cosa y el tema de mujeres queda minimizado“, comienza Fernanda, integrante del grupo.
Mujeres Públicas tiene otras particularidades:
*No firma sus realizaciones: “Criticamos la propiedad intelectual, nuestro trabajo lo pueden reproducir todos los hombres y mujeres que quieran, por eso el anonimato” , explica Fernanda;
*Las frases que emplean no son proclamas sino disparadores; proponen reflexión, debates, son irónicas, tienen humor, sentimientos, y algo que se nota: mucho trabajo detrás. “Nos reunimos todos los domingos. Aunque siempre terminamos por juntarnos más días durante la semana” , dice Magdalena. Y agrega: “Es mucho trabajo”.
Lorena -la tercera integrante- revela que las Públicas, antes de sus acciones, leen textos, debaten, dan vueltas y vueltas sobre el tema hasta que consiguen algo que les cierre. “Lo hacemos porque nos gusta, esto es lo que nos encanta hacer” , aclaran Fernanda y Magdalena, como para que lo del trabajo intensivo no suene a queja.  “Nuestra forma de trabajar -sostiene Fernanda- es muy diferente. Lo que vemos que le falta al feminismo es poder transmitir un mensaje de forma interesante, que guste, que llame la atención” .
 Accesible - interviene Magdalena- Prestamos mucha atención a lo estético. No solamente al contenido de lo que estamos diciendo sino a cómo lo estamos diciendo y en ese sentido creo que no le dijimos nada nuevo al feminismo “.
 Yo, en cambio, creo que si que le dijimos muchas cosas al feminismo “, retoma Fernanda. “ De hecho en la primera acción que hicimos fuimos muy criticadas. El afiche no estaba firmado y entonces nos dijeron que no nos responsabilizamos de lo que hacemos “.
Fue el 8 de marzo de 2003. El colectivo tenía un mes de vida y se disponía con entusiasmo a acompañar la Marcha por el Día Internacional de la Mujer -desde Plaza de Mayo a la Librería de las mujeres- pegando carteles preparados especialmente para la ocasión. ” El afiche era muy fuerte y significativo de lo no cerrado, ambiguo, difícil de digerir, y una de las mujeres de la marcha lo arrancó “, recuerda Magdalena. ” Creo que Mujeres Públicas les hizo replantearse un montón de cosas con respecto a qué pasa cuando mujeres nuevas vienen con otra postura, otros aires “, contesta Fernanda.
Magdalena: ” Hay una cosa de expulsión no intencional, como de ´esto ya lo discutimos hace 30 años, no vengas acá ahora con eso…´ Pero también me parece coherente. Son mujeres que la vienen peleando hace mucho. Y por otro lado genera que las mujeres que llegamos al feminismo ahora nos auto organicemos y eso esta bueno también. No nos quedamos ahí adentro peleando un espacio, sino que tomamos algunas cosas y hacemos la nuestra. Y así, sumamos al feminismo “.

Con el tiempo, ” nuestra forma de laburo fue entendiéndose y ahí en más nuestra relación con el feminismo se hizo más fluída “, aclara Magdalena. También se relacionaron con los grupos de mujeres que no son “del feminismo” , como las organizaciones mujeres que trabajan dentro de diferentes MTDs, empresas recuperadas, organizaciones sociales o partidos políticos. Pero las Mujeres Públicas aseguran que no están ni de un lado ni del otro: ” Nos sentimos vinculadas de distintas maneras con los distintos grupos, con el feminismo lo que compartimos es una ideología, principios, un tipo de discusión, y con las mujeres de los MTDs, de grupos barriales y organizaciones más de base, compartimos otras cosas. Es a estos lugares donde queremos que nuestras cosas lleguen para que aparezca la reflexión “,dice Magdalena.
Al indagar en los discursos feministas reaparece siempre el “cómo” de la comunicación de las Públicas. ” El tema de trabajar con imágenes y con objetos es lo que por ahí es atractivo porque las mujeres se pueden relacionar desde otro lugar. No es un discurso, no es un libro “, dice Magdalena.
También, asegura Fernanda, el colectivo tiene una mirada y una práctica más autónoma que intenta reproducir: “ Nosotras somos un grupo cerrado. Es decir somos las que estamos. Pero cuando otras mujeres se acercan les decimos: ´organícense ustedes, no les hace falta otra autoridad para que se organicen´, y muchas chicas ya lo están haciendo “, dice Fernanda .
A principio de año, en Enero Autónomo no había ninguna actividad de mujeres. Las Públicas y las representantes del MTD Solano se pusieron en campaña para organizar un taller. Allí, cada mujer contó sus experiencias. ” En realidad fuimos a dar un taller de stencil y terminamos hablando del afiche mujer colonizada que ellas conocieron y habían estado usando para trabajar. Y me emocionó mucho escuchar a una mujer grande que dijo ´yo no hablaba´, esa cosa tan chiquita que puede ser hablar ella lo estaba diciendo de una forma que resultaba un paso enorme, gigante “, reflexiona Fernanda.
Relata Lorena:  ” El último afiche que hicimos, que dice ¨ni grandes ni pensadores, frases idiotas¨, donde con la firma de Sócrates, Juan Pablo II u Oscar Wilde desfilan una serie de frases misóginas, da que hablar. Por ejemplo yo me enteré que la madre de una amiga mía había pegado el afiche en la cocina para una reunión familiar. La ocasión fue el primer cumpleaños de la hermanita y la madre lo puso ahí para que lo vieran los parientes -que son medio machistas, uno es golpeador- Y eso resultó todo un gesto. Le dijo a su hija -que es mi amiga- ´ahora entiendo porque vos pensás como pensás´. A esta mujer este afiche le hizo un quiebre. Le cayó una ficha. Cómo la hija entendía las cosas, por qué ella misma tenia que reivindicar esto y poder decirle algo a su familia. Y le hizo pensar en por qué no se lo estaba diciendo ella personalmente sino que era algo que hizo otra gente que ella lo ponía en la cocina y que venían todos los demás y lo miraban despavoridas. Ella estaba diciendo algo a través de un títere que era nuestro afiche. Eso me parece que es súper importante “, sintetiza Lorena.
Y agrega: “Tiene que ver en algo con esa cosa adolescente cuando uno pone un afiche de rock en la casa de los padres como provocación. Mujeres Públicas tiene que ver con esa energía adolescente desde un lugar provocador y reivindicatorio -como ese adolescente que reivindica su propia estética, su otra forma de ser no convencional- pero, a la vez, desde un lugar de madurez y pensamiento en relación al lugar de opresión que tenemos las mujeres y de cómo podemos decir las cosas. Por ahí yo no me puedo enfrentar con el primo de mi marido que es golpeador. pero te puedo poner eso ahí y en ese acto lo que estoy diciendo es ´a mi no me tocás´”.
Está claro, entonces, que el afiche es mucho más que un afiche. Los temas que tratan son aborto, visibilidad lésbica, violencia contra las mujeres, entre otros, pero que tratan de enfocarlo no en base a la agenda tradicional: ” Por ahí a alguna le pasó algo y viene y lo cuenta y lo charlamos y surge algo. Por ahí tenemos ganas de hacer algo más relajado y divertirnos y eso también importa .
Lorena: ”Pero por ahí cuando te planteas el gran tema, la gran palabra, es cuando menos te surge” .
Es que Mujeres Públicas -el nombre es una burla a esto de que el hombre público es el político y la mujer pública la prostituta y además una abreviatura de “mujeres que trabajan el espacio público”- tiene la fuerza de vivir lo que denuncia o de denunciar las propias vivencias.
Para la marcha del orgullo, sostiene Magdalena siempre trabajan la visibilidad lésbica que es el tema que se impone. “Trabajamos un poco irónicamente, con humor, las ventajas de ser lesbiana. Con eso nos propusimos no caer en la victimización de las lesbianas. El año pasado hicimos la mancha lesbiana (con pelotas gigantes que decían”la mancha lesbiana te toca”). Y este año llevamos el Té digestivo “, enumera Fernanda. ” Este sobrecito juega con el hecho de digerir o no la violencia contra las lesbianas. Pero se podría trabajar también para la violencia contra todas las mujeres “, piensa Magdalena.
Sobre marchas y contramarchas del orgullo, el colectivo tiene una postura clara y sencilla. Lorena:  “A mí me da lo mismo participar de una u otra. Entiendo esa faceta comercial o mediática que tiene la marcha, pero me parece que no es un problema que tengan los grupos sino los que lo ven y lo consumen como un producto. Además lo que dice nuestra acción lo dice en si misma, no hace falta darle un contexto macro político” .
Magdalena: “Además la violencia se ejerce contra las lesbianas que van a la marcha y las que van a la contra marcha y contra las que no van a ninguna marcha. Así que la historieta en este caso no corre “.  En cuanto a los tradicionales encuentros nacionales de mujeres, las públicas también tienen una postura. Fernanda:  “Más allá de las bajadas de línea de las católicas y de los partidos políticos que participan para bajar un casete sin importar que el taller sea de sexualidad o de otra cosa, el encuentro debe tomarse de acuerdo a lo que cada mujer se traiga. Por ejemplo, la participación del MTD Solano, que en un año fueron 3 y 150 al año siguiente. Le pega de manera diferente a cada mujer. Pero de todas maneras yo creo que ver tantas mujeres, de lugares tan alejados, es muy emocionante y muy poderoso. A nosotras nos interesa participar. Fuimos al último encuentro con un montón de cosas y estuvimos yendo a todas las escuelas como locas repartiendo, pegando distinto material, distintos afiches. Todo lo que pudimos llevar lo llevamos. A mi me pareció muy lindo entregar material a gente de Jujuy, Tucumán “. 
Si se tiene en cuenta el caudal de soportes que realizan, la cantidad de acciones que hacen y las respuestas que reciben, pareciera ser un grupo de al menos diez mujeres. Sin embargo son tres. Y empezaron con cero pesos. Una vez que estuvieron seguras, se les ocurrió pedir financiación para poder imprimir más material y repartir cada vez más a las cada vez más mujeres que los requerían:  “La idea siempre fue hacer pequeñas cosas, no gastar mucha plata para poder distribuir más y para que también otros grupos pudieran empezar a hacer cosas propias. Entonces pedimos financiamiento y de las cuatro financiadoras de proyectos de mujeres a las que les pedimos, tres nos respondieron que sí “, cuenta Fernanda“Sin esa plata no podríamos hacer esto en cantidad - advierte Magdalena- Mandamos cosas a Córdoba, a Neuquén, a la Mesa de Escrache, a una radio de la Mutual Sentimiento…
Lorena tira una última reflexión final sobre su trabajo:  “Por ahí vos ya sabes algo pero te crees que no lo podes ni hablar con una amiga… por ejemplo que abortaste. Pero de repente tu cuadra se llenó de afiches que no te condenan, que están diciendo yo también aborte. Deja de ser un silencio porque está empapelada toda la ciudad o al menos las tres cuadras de la ciudad que vos caminás “.

Cooperativa Lavaca(.org)

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