Qué es esto

Libre albedrío cibernético: facultad + voluntad de crearcopiarpublicar subjetivamente cultura, símbolos, signos, ceros y unos en un espacio cibernético limitado: blogger.


5 de abril de 2010

Anhelo


"Mi corazón no late, regula trancado" esta frase arde en lo profundo de mi alma.
Una frase un tanto fría, insensible tal vez, dicha por un compañero de vida. Frase de la cual me apropié sin ningún tipo de permiso legal.
Solo aquel que encuentra, por un tiempo limitado, un poco de libertad en un auto puede entenderla. Ese inexplicable capricho de querer luchar contra la velocidad del viento, creyendo que podemos alcanzarlo, superarlo, ser tan libres como él. Esa sensación de felicidad -o eso nos hacemos creer-, de olvido, de no-pensar por un rato en nada más que no sea la velocidad y el camino, que a gritos pide ser arrasado.
Es una parcial escapatoria al dolor, un auto-engaño de felicidad y libertad, pero que por momentos se siente real y nos alienta a seguir mintiéndonos.
La mística que encierra ese violento y crudo ruido de motor que te anima a seguir en carrera, a no dejar de luchar, esa magia de sentir el viento golpeando terca e incansablemente en tu cara, esa maravillosa persistencia de romper, romper contra lo establecido y atravesar violentamente los caminos, todo es inexplicable, son sentimientos hermosos, son el opio de mi alma.
Pero ¿quién es capaz de juzgar si soy digna de hablar de esto? Hablo de cosas que no tengo. No, yo no tengo un auto, no tengo acceso a esa rápida escapatoria del mundo de los pensamientos que todo el tiempo me atormenta. Sin embargo, estoy segura y reafirmo la frase por la que éste texto existe: mi corazón, por momentos, no late sino que regula trancado. Las pocas veces que me prestaron un poco de libertad y tuve el privilegio de estar frente a un volante me di cuenta de esta “anormal” pasión, de esta nueva droga que me permite olvidarme de que estoy sola en el mundo.
Anhelo, anhelo el día que tenga mi propio objeto de libertad, ese día probablemente quede marcado para siempre en mi corazón.
Es probable que pienses que esto es locura, y sí estoy loca.

Cuki
5 de abril, 2010

2 de abril de 2010

El día que decidí empezar a escribir.


En mis noches de soledad, ¿Oyes mi triste aullido?,
Dame un poco de tu aliento alegre,
Solo esta noche, dame un poco.



Cuando lo único que queda es soledad, el corazón llora,
Una lanza venenosa atraviesa tu alma, envenenándote lenta y dolorosamente.



Te quedas esperando, paciente, que alguien te rescate,
Pero nadie viene.



Estoy sola. Y los lobos no fueron hechos para vivir solos,
Ya es tarde, no creo poder seguir soportando esto.



Tranquilo compañero, pronto me iré
Me iré lejos y no podré volver,
Ya no sentirás compasión por mí,
Y este agonizante poema no tendrá porqué existir.

2 de abril, 2010
Cuki.