Aquí quisiera compartir mi práxis agroecológica, desde el 2019 incié la vuelta al campo, sin estudios académicos, sin estudios formales en el tema; y desde esa humildad, quiero compartir los saberes que me han sido transmitidos y los que fui (y voy) descubriendo en este camino llamado agroecología.
Primero quisiera dar una breve descripción de lo que entiendo por Agroecología, palabra que se puso de moda en estos últimos tiempos y que como todo lo que se vuelve masivo, pierde parte del significado original.
Para mi es un modo de vida, el cuál tiene unos lineamientos esenciales, pero que puede tomar muchas formas, siempre y cuando respete la esencia. Esta esencia creo que es:
- Creación de sistemas productivos autosuficientes, que regeneren más de lo que degradan el territorio
- Técnicas y costumbres adaptadas a cada territorio y cultura. Una práxis entre saberes ancestrales y saberes modernos/científicos.
- Conciencia de clase (punto muy flojo y que quiere ser expropiado por el sistema y los estados), la agroecología contempla la no explotación laboral. Por lo que desde mi punto de vista, una empresa tradicional no puede hacer agroecología en tanto no socialice la toma de desiciones y el manejo de bienes.
- No es un modelo productivista. La mente de quien hace agroecología deber estar puesta en el autosustento y el abastecimiento local, sin sobreproducir y sin sobrepoblar los territorios. El bienestar animal, permitirles estar sueltos, no verlos como engranajes de una industria. Dejar espacios de monte, donde la naturaleza pueda expresarse. No intervenir en todo.
- Comercialización local y justa, encontrar mecanismos de intercambio que apunten a la equidad. Desmercantilizar la vida, entendiendo que es un proceso lento, hacerlo de forma democrática y paulatina.
- Es esencialmente feminista. No creo que sea posible alcanzar los objetivos mencionados arriba sin que la agroecología adopte una mirada feminista de la vida y las relaciones en general.
